En este artículo, le contamos en qué debe fijarse realmente a la hora de cambiar los rines, así que no deje que el modelo le engañe haciéndole creer que se ajustan a los requisitos de su coche antes de gastar su dinero en vano o sufrir un accidente.
Dado que estas aportan estabilidad y movilidad a tus neumáticos, son esenciales para el manejo y control de tu coche. Presta atención a estas precauciones.
Utilice la medida de los rines originales de su vehículo como punto de partida para determinar si puede cambiarlos por unos más anchos. Esto suele ser fácil en el caso de los rines traseros, pero hay que tener más cuidado cuando se trata de los delanteros, ya que atraviesan la dirección. Tampoco es buena idea instalar unos muy anchos porque el proceso de cambio se hace muy difícil.
Los cuatro tipos más populares son las de aleación, magnesio, aluminio y acero. La ideal para su coche depende en gran medida del uso que le de y del tipo de terreno por el que circule.
- Rines de acero
Se denominan de "alta resistencia" y suelen encontrarse en vehículos pesados o de trabajo, ya que son más robustos y en ocasiones pueden pesar hasta tres veces más que los rines de aluminio.
- Rines de aluminio
Este material se utiliza para fabricar los tipos de rines más llamativos visualmente. En comparación con otros materiales, son más económicas dado su diseño y se presentan en un sinfín de modelos.
- Rines de magnesio
En realidad son significativamente diferentes de los de aluminio, a pesar de su parecido exterior. Dado que tienden a oxidarse en los caminos de tierra, este tipo es más adecuado para su uso en asfalto debido a su mayor resistencia y ligereza.
- Rines de aleación
Nos referimos a los que incluyen aleaciones de acero con aluminio y otros materiales. Como estas aleaciones absorben el calor y la fricción de los neumáticos, producen rines más ligeros, duraderos y vivos.